Crecer es así, siempre... Duelen los huesos, las rodillas y los talones. Te ves fea, perdida, y sin ninguna certeza... Y después pegas el estirón. Escoger crecer es muy valiente, siempre. Creo que no existe ser humano sobre el planeta que se haya arrepentido de haber tomado la decisión, un buen día, de crecer. De superarse. De ser mejor persona. De romper con sus miserias. Aunque sí que se haya rendido...
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